Hoy,
27 de abril, se cumplen 10 años de aquella jornada democrática en la que el
compañero Néstor Kirchner obtuvo el segundo lugar con el 22% de los votos y
donde el Mariscal de la década perdida y entregada al más vil neoliberalismo,
Carlos Menen, había obtenido el 24,2 %, en días donde la Patria ostentaba
niveles obscenos de indigencia, pobreza y estaba arrasada por la desocupación.
Pocos,
muy pocos, sobre todo Néstor Kirchner, soñaban con esta Patria actual, con
cambios económicos, culturales y sociales irreversibles e históricos, donde por
ejemplo los genocidas, aquellos asesinos repudiados por el Pueblo gozaban de
una impúdica libertad, donde el mercado salvaje e inescrupuloso añoraba más
ajuste y que los millones de pobres se transformen en millones de indigentes,
donde la antipolítica siguiera en aquel infame espiral ascendente, donde las
tapas de los diarios ostentaban un fatídico poder que lograba instalar desde
Presidentes a Ministros a gusto y antojo desde un grupúsculo empresarial, entre
tantos hechos humillantes, que hoy parecen tan lejanos como la Edad Media.
Se
ha avanzado mucho en toda la Patria, y
gracias a la comunión de buena parte del continente, en América del Sur,
sabemos bien lo que falta, como sabemos muy bien quién es la elegida, por el
voto y respaldo popular, para concretarlos en un futuro a corto y mediano plazo,
aunque resulte redundante hay que mencionarla, porque es un orgullo, un deber y
un placer, nombrar a la compañera Presidenta de los 40 millones, Cristina
Fernández de Kirchner, nuestra conductora y guía.
Cristina
hoy es la que asegurará, como sentenció Evita que ‘Nuestra Patria dejará de ser colonia, o la bandera flameará sobre sus
ruinas’ porque sabemos por haberlo padecido lamentablemente lo que es estar
en ruinas y resurgir de ellas para construir una Patria justa, libre y soberana
como la soñaron San Martín, Rosas, Perón y por supuesto Néstor Kirchner.
A
10 diez años de aquel día que transformó por siempre a nuestra Patria, este
simple recordatorio, que intenta honrar la memoria del compañero Néstor que fue
parte de una generación diezmada y que ingresó a la Casa Rosada junto a una
mochila pesada de convicciones.
Por
lo que falta, hoy como siempre, todos con Cristina.
JP
Evita La Matanza. Prensa. Mauro Palazzo.