El
silo bolsa es un gran integrante en la familia derecha y humana que azota a
nuestra democracia en estos días.
Este
simple y efectivo artilugio reúne las características para que los granos que
deben ser exportados (soja, maíz, etc.) puedan conservarse por más tiempo y
esperar que se puede traducir como extorsionar al mercado cambiario para llevar
al dólar por arriba de los diez pesos y ahí comenzar a vender (exportar) en
cómodas cuotas.
Deseamos
y esperamos la rápida e eficaz intervención estatal para que estos acopiadores
dejen sus sucias prácticas extorsivas a la espera de una nueva devaluación.
Estos
sectores exportadores evasores que sueñan con ser los nuevos esclavistas en
pleno siglo XXI deben dejar sus intentos de tutelar a la democracia, bien
sabemos (ver imagen 2) su apoyo al proceso de reorganización nacional, donde
una solicitada del 24 de marzo de 1977 – en el primer aniversario del golpe
cívico militar – exponían sin vergüenza:
“La Sociedad Rural
Argentina al país.
En el primer
aniversario del Gobierno de las Fuerzas Armadas.
Hoy hace un
año que el país se debatía en la más profunda de las crisis por la que ha
atravesado en su historia.
La corrupción,
la falta de autoridad, el desgobierno, el crimen como medio político, eran
caracteres dominantes de la situación. En lo económico, la inflación
descontrolada y el desorden fiscal eran insostenibles. Se estaba al borde de la
cesación de pagos; en suma, el país se desintegraba.
En esos
momentos todos estábamos dispuestos a dar cualquier cosa por tener garantías
mínimas de vida y de bienes, por resolver a respirar aire puro.
Fue en tan
graves circunstancias que las Fuerzas Armadas tomaron las riendas del país con
patriótico empeño, para evitar su desarticulación total. Su advenimiento al
gobierno fue apoyado por todos. En aquel momento nadie medianamente informado
creyó en la posibilidad de revertir la situación en un plazo breve.
Un año
después, luego de una ardua labor, varios e importantes son los logros
materializados. Quizás mayores aún de lo que nos puedan parecer sin la suficiente
perspectiva.
La guerrilla
apátrida y brutal, amparada en buena medida por las anteriores autoridades, ha
sufrido rudos golpes y está en franca retirada. Ahora se dedica desde el
exterior a atacar al país a través de la prensa izquierdista, cínicamente, abusando
de la calificación de Derechos Humanos, que ellos jamás quisieron respetar.
Sin embargo
queda mucho por hacer. Es indispensable reforzar el proceso dándole otro ritmo,
lograr definiciones y tomar decisiones que hacen al fondo del mismo y que son
necesarias para proyectar a la Nación hacia su modernización, conforme el plan
económico inicialmente enunciado.
En efecto,
debemos desarmar el andamiaje creado por casi 35 años de una lenta pero
sistemática estatización socializante, que en definitiva ha demostrado su
fracaso al empobrecernos a todos y al no haber dado los frutos que algunos
sectores ansiosos, confundidos o equivocados, esperaban de su aplicación.
Este proceso
requiere el apoyo y sacrificio de todos los sectores, sacrificio que deben
hacer no sólo los empresarios y los obreros, sino especialmente el Estado,
dando el ejemplo a través del reordenamiento presupuestario que ya ha
comenzado, la liquidación de las empresas estatales y el redimensionamiento de
la burocracia.
Ahora no debe
dominarnos la impaciencia. Volvamos nuestra memoria al 24 de marzo de 1976 y
comparemos la actual situación con aquella, recordemos etapas similares y
veremos que las experiencias pasadas nos indican la inconveniencia de actitudes
demagógicas de aperturas políticas prematuras, que puedan entorpecer o demorar
una efectiva recuperación del país en todos los órdenes.
La Sociedad
Rural Argentina reitera frente a los productores y la ciudadanía en general su
apoyo a toda acción que signifique completar el proceso iniciado el 24 de marzo
de 1976, para poder lograr así los fines propuestos, que en definitiva son los
grandes objetivos nacionales.
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977”.
Queda claro que hoy a casi 37 años
siguen diciendo, palabra más o menos, lo mismo, que siguen demandando un Estado
manejado por el mercado y excluyendo a millones por supuesto.
Debemos, como constante en estos
diez años, hacer uso de la memoria, porque todo está guardado en la memoria.
Movimiento Evita La Matanza.